En mi proceso de TRANSFORMACIÓN voy dándome cuenta de cuestiones relevantes a través de sencillas cosas que llaman mi atención, son como llamados... cosas tan insignificantes que seguramente pasaría por alto. Pero cuando entras en este mundo del autoconocimiento, tus sentidos se agudizan en función de tus intereses, lo que hacemos siempre pero conscientemente y sabiendo "QUE" nos interesa.
Luego de pasar una circunstancia, que dejó al descubierto y como resultado, que avancé otro escalón en la escalera del AMOR PROPIO, diciendo NO a exigencias y tratos que no eran los que considero "justo" para cualquiera; pensé... y ahora, porque debo disgustarme o que estén disgustados conmigo por haber hecho valer mis prioridades?, es lo lógico que uno defienda su postura... pero lo que no es lógico es elegir la enemistad. Pensé en la tolerancia... y me topé con una frase de María Félix , ella fue una actriz mexicana, conocida como la diva de la época de oro del cine de México.
La frase dice así: "yo no soy tolerante, lo tolerante es primo del conformismo, y una persona conformista es mediocre".
Pensando en como polarizar de enemistad a cordialidad, la tolerancia no me servía; porque sólo se convertiría en resistencia, aguante, en sostener una actitud para obtener un resultado más benévolo. Fue entonces que la palabra "compasión" me vino a la mente y EUREkA!! todo quedó claro ante mí, comprendí a María Félix y asimilé la diferencia entre Tolerancia y Compasión. La tolerancia, la aceptación y la compasión reflejan tres niveles de madurez en el observador, en la persona que vive la experiencia de la vida. La tolerancia es un estado en el que el individuo ha logrado desarrollar la paciencia y está en un estado de cierto equilibrio y paz que le permiten manejar situaciones complejas de manera más o menos acertada; la compasión permite la bondad y es crucial para mantener y construir relaciones sociales y desarrollar conciencia social. Aunque la compasión está estrechamente relacionada con la empatía (sentir por otro), también es el deseo de actuar para evitar el sufrimiento de otras personas cuando se enfrentan a uno.
Las palabras que usas en tus relaciones, tienen resultados, en mi caso usé palabras bondadosas para expresar mi pesar por estar enemistada o que estén enemistados conmigo por hacer valer mis derechos y con la intención de que la otra persona se libere de un malestar innecesario.
Soy Cristiana, la compasión es un valor cristiano, también es una fortaleza del SER, refleja coraje, es difícil pero poderosa, quizá sea el lenguaje que deberíamos usar todos y que sea reconocido universalmente con la capacidad de TRANSFORMAR, no solo a mí, en este caso, sino a todo el mundo.
Nota para mí:
deberé practicar la COMPASIÓN siempre que sea necesario, para reforzar esta nueva ruta neuronal de pensamiento en el neocórtex, que es el que se encarga del razonamiento. Las palabras que usamos a menudo, se gravan en el córtex cerebral y crea un modelo semántico, que puede predecir una actividad neuronal. Debo crear mapas lingüísticos que mejoren mi vida y la de los demás.
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